07/06/2018 - Ciudad Modernista
A pesar del genio creativo y del extraordinario legado artístico de Josep Maria Jujol, la figura del arquitecto modernista todavía no es suficientemente reconocida. La celebración del Año Jujol140 que impulsa el Ayuntamiento de Sant Joan Despí quiere contribuir a la difusión de su obra y al reconocimiento científico internacional de una figura única del modernismo.
Josep Maria Jujol (Tarragona, 1879-Barcelona, 1949) fue catedrático de la Escuela de Arquitectura de Barcelona y arquitecto municipal de Sant Joan Despí. Se le considera un artista total porque fue capaz de dominar la arquitectura imponiendo un nuevo estilo y aplicándolo a las técnicas en las que sobresalía, como el trencadís, el esgrafiado, la escultura, el dibujo o la pintura. Así, además de arquitecto, Jujol también fue decorador, pintor, esgrafiador, diseñador de muebles, de altares, de botellas, de pavimentos cerámicos, de imágenes religiosas, de lápidas sepulcrales o de escudos de entidades gremiales.
El trabajo arquitectónico de Jujol se caracteriza por la simplicidad de sus medios contrastada con su originalidad. Fue un arquitecto estrechamente vinculado a las formas de la naturaleza y al paisaje del territorio donde efectuaba sus obras. La calidad de sus obras está fuera de todo convencionalismo.
Jujol realizó numerosas obras en solitario, entre ellas Can Negre, la Torre de la Creu, la Torre Jujol y la Casa Serra-Xaus (Sant Joan Despí); el Teatro Metropol, la Casa Ximenis y el camarín del Convento de los Carmelitas (Tarragona); la Casa Bofarull (Els Pallaresos); la iglesia del Sagrat Cor de Jesús de Vistabella (La Secuita); la Casa Camprubí (Cornellà de Llobregat); la Casa Planells (Barcelona), o el Mas Carreras (Roda de Berá).
Asimismo, su influencia está muy presente en las colaboraciones con arquitectos de la época como Antoni Maria Gallissà, Josep Font i Gumà o Antoni Gaudí. En La Pedrera -diseñó las barandillas de hierro forjado de la fachada y los techos y columnas del piso principal-, en el Park Güell -el banco ondulado y los techos de la sala hipóstila-, en la Casa Batlló -trabajos de revestimiento de la fachada a base de trencadís-, en la Sagrada Familia, la Colonia Güell o Bellesguard.
Josep Maria Jujol (Tarragona, 1879-Barcelona, 1949) fue catedrático de la Escuela de Arquitectura de Barcelona y arquitecto municipal de Sant Joan Despí. Se le considera un artista total porque fue capaz de dominar la arquitectura imponiendo un nuevo estilo y aplicándolo a las técnicas en las que sobresalía, como el trencadís, el esgrafiado, la escultura, el dibujo o la pintura. Así, además de arquitecto, Jujol también fue decorador, pintor, esgrafiador, diseñador de muebles, de altares, de botellas, de pavimentos cerámicos, de imágenes religiosas, de lápidas sepulcrales o de escudos de entidades gremiales.
El trabajo arquitectónico de Jujol se caracteriza por la simplicidad de sus medios contrastada con su originalidad. Fue un arquitecto estrechamente vinculado a las formas de la naturaleza y al paisaje del territorio donde efectuaba sus obras. La calidad de sus obras está fuera de todo convencionalismo.
Jujol realizó numerosas obras en solitario, entre ellas Can Negre, la Torre de la Creu, la Torre Jujol y la Casa Serra-Xaus (Sant Joan Despí); el Teatro Metropol, la Casa Ximenis y el camarín del Convento de los Carmelitas (Tarragona); la Casa Bofarull (Els Pallaresos); la iglesia del Sagrat Cor de Jesús de Vistabella (La Secuita); la Casa Camprubí (Cornellà de Llobregat); la Casa Planells (Barcelona), o el Mas Carreras (Roda de Berá).
Asimismo, su influencia está muy presente en las colaboraciones con arquitectos de la época como Antoni Maria Gallissà, Josep Font i Gumà o Antoni Gaudí. En La Pedrera -diseñó las barandillas de hierro forjado de la fachada y los techos y columnas del piso principal-, en el Park Güell -el banco ondulado y los techos de la sala hipóstila-, en la Casa Batlló -trabajos de revestimiento de la fachada a base de trencadís-, en la Sagrada Familia, la Colonia Güell o Bellesguard.