Este miércoles se ha realizado el acto simbólico de desmontaje de la última torre de línea de alta tensión que conecta las subestaciones de Cornellà y Sant Joan Despí, correspondiente a la línea eléctrica aérea que, gracias a una obra realizada por el Área metropolitana de Barcelona y financiada por los dos ayuntamientos, ha quedado ahora soterrada. De esta manera, se reduce el impacto ambiental y visual de la zona, al tiempo que se permite el desarrollo de este sector limítrofe entre los dos municipios. Los trabajos principales de la actuación -de gran complejidad técnica en atravesar, por ejemplo, las líneas del tranvía y del tren- han tenido un coste global de 3,6 millones de euros y ha supuesto la supresión de un total de 6.800 metros de cable eléctrico y de 8 torres, que equivaldrían a unas 60 toneladas de hierro.

La línea aérea que hoy ha desaparecido definitivamente tenía un kilómetro de longitud y ha dado paso a una canalización bajo tierra de 1,6 km.

El acto ha contado con la presencia del alcalde de Cornellà y vicepresidente de la AMB, Antonio Balmón; el alcalde de Sant Joan Despí y vicepresidente de Movilidad y Transporte de la AMB, Antoni Poveda; y el director de la red de alta tensión de Endesa en la División Cataluña Oeste, Francisco López. También ha asistido el gerente de la AMB, Ramon Torra. El alcalde de Sant Joan Despí, Antoni Poveda, ha señalado "la importancia de eliminar del paisaje urbano la línea aérea de alta tensión que une las subestaciones de Sant Joan Despí y Cornellà. El espacio público se ha liberado de 8 torres y de una línea de un kilómetro que ahora pasa enterrada, con el consecuente benecifi visual y medioambiental ". "Esta actuación -remarca Poveda- ha sido posible gracias al esfuerzo hecho por los dos ayuntamientos y por el Área Metropolitana de Barcelona, ​​aunque la administración que se debería hacer cargo es la Generalitat, al tratarse de un servicio de suministro eléctrico que afecta a muchas poblaciones ".